Psicoterapia de Pareja

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Toda pareja está sometida a cambios que pueden ser adaptativos y positivos, aportando riqueza a la relación. La percepción limitada de nuestra propia subjetividad, al estar viviendo dentro del problema nos impide darnos cuenta muchas veces que eso que vemos como “crisis de pareja” además de ser solucionable nos aportará beneficios y bienestar. Es ahí donde nosotros como psicoterapeutas de pareja te damos la ayuda objetiva necesaria para disfrutar de vuestra vida en común.

Uno de los mayores inconvenientes cuando llegan las parejas a pedir ayuda psicoterapéutica es que suelen haber “quemado ya los barcos”, y recurren a la psicoterapia como el campo de los milagros, con recetas “mágicas de cocina” o buscando el “juez” que otorgue la razón a una de las partes. Si bien es cierto que a veces la vías factibles de solución y entendimiento son difíciles para lograr una vida satisfactoria en común, si que puede ser nuestra participación profesional una ayuda efectiva para concluir una relación de la mejor manera posible, interviniendo con mediación para colaborar en la solución y cuando hay hijos con el menor número de daños. Tengamos presente que es más habitual de lo que se quiere reconocer emplear a los hijos como monedas de cambio y chantaje, al igual que las divisiones en “clanes” de las respectivas familias y amigos de los cónyuges en pleito.

Para trabajar con la pareja tendremos que discernir adecuadamente y haciéndolo entender las diferentes fases, con sus periodos de crisis por los cuales trascurre una vida en pareja, desde el enamoramiento, el desgaste de la convivencia, las implicaciones de la familia extensa, la crianza, los problemas de poder en la pareja, las dobles carreras.

Punto a destacar en el tratamiento de la pareja son las relaciones sexuales. El sexo es una necesidad, arte, técnica y comunicación por excelencia. Desde las fases iniciales del enamoramiento, donde las subidas hormonales parecen que ocultan o velan los posibles problemas y diferencias a las subsiguientes fases de evolución o involución dependiendo de la pareja existen vacíos y hábitos que se hunden en la monotonía que socavan profundamente la relación de pareja. Es aquí donde primero habrá que identificar adecuadamente la orientación sexual, que se entiende por masculinidad y feminidad, cuál es exactamente la actividad y capacidad de cada uno, y entrar a conocer realmente la famosa y manida frase de “los hombres son de Marte y las mujeres de Venus”.

Aunque sea redundar, es mejor poder alcanzar una óptima solución de despedida a una relación, seguramente ya muerta o en coma desde hace años, dando oxigeno a todos los miembros familiares, que estar luchando por odiarse con aquella máxima de antes morir que la indiferencia.

Hay que entender que pareja significa par, sin distinguir cual es la orientación sexual del par, y saltando los prejuicios varios, la problemática de relación y convivencia es semejante para cualquier pareja.

En nuestro gabinete ofrecemos a quién quiere trabajar y soluciones, a aprender la respuestas para la comunicación y la convivencia armónica tanto sea en el caso que elija continuar con la pareja, como en caso de que quiera concluir hacerlo con la respuesta más conveniente y cívica. También ayudamos a discriminar adecuadamente si el problema pertenece al individuo, a la relación, sin mezclarlo con proyecciones nocivas y enfermizas respecto a los hijos.

Descubre, encuentra y afronta tu propia sexualidad, si ello es posible compartiéndolo con la pareja de siempre, pero en caso diverso, con el valor de asumir vivir tu propia vida, sin caer en la resignación y la supervivencia. Creencias, normas impuestas, tradiciones, “el que dirán” suelen ser instrumentos insuficientes para compensar la insatisfacción, con el peligro de convertirse en una arma arrojadiza que amargue al propio individuo y a los demás.

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