Aburrimiento (Diccionario Psicológico)
May 1, 2020 // by // Artículos, Diccionario Psicológico // Sin comentarios
Si acudimos a la Real Academia Española define el aburrimiento como el cansancio del ánimo originado por falta de estímulo o distracción, o por molestia reiterada.
Son muchos que sólo se centran en el aspecto patológico del aburrimiento o lo llamaríamos su cronificación y cierto es que puede conducir a conductas compulsivas de consumo, a trastornos ansiosos y del estado del ánimo, al aislamiento. Pero este sería el panorama más desalentador y extremo. Entre los famosos detractores de esta “plana emoción” tenemos al filósofo danés Soren Kierkegaard que expreso algo similar a “Qué porquería es el aburrimiento, lo único que veo es el vacío, ni siquiera siento dolor. Me muero muerto“, no satisfecho con esto al parecer para él “el aburrimiento es la raíz de todo mal“. En cambio otro filósofo Bertrand Russell, defendió a los aburridos “Una generación que no se anime a aburrirse va a ser una generación de gente pequeña, como flores cortadas en un florero“.
Para empezar reconozcamos que sí nos aburrimos, nos aburrimos del sonsonete de todos los días aunque sea con una ocupación intensa de actividad, nos aburrimos de sostener determinados contactos y relaciones, nos aburrimos incluso de nosotros mismos, nos aburrimos también de decir “yo no me aburro nunca”, nos aburrimos de que nos quieran manipular y engañar una y otra vez con falsos cantos de sirena, nos aburrimos en tantas situaciones y ocasiones de nuestra existencia y realmente en principio no sucede nada que sea negativo ni temible. Como vamos huyendo del aburrimiento como amenazador e “innatural” lo cubrimos con paños calientes y aquí en nuestra esfera occidental con la “obsesión de divertirnos, disfrutar, llenar nuestro tiempo al máximo” y hacemos una extensión de esta voluntad con nuestra progenie.
Vamos a plantearnos el no escapar del aburrimiento y quizás descubramos aspectos que no habíamos valorado. Cuando estamos aburridos el tiempo parece infinito, es una alteración de la percepción del tiempo, hecho que nos abre la perspectiva del infinito y que nos puede ayudar a apreciar la brevedad de nuestra existencia.
Nuestras percepciones llegan a nuestro subconsciente cuando estamos aburridos. Friedrich Nietzsche dijo que “los artistas necesitan aburrirse mucho para acabar teniendo éxito”, se considera el aburrimiento un preámbulo a la creatividad. Varios estudios han demostrado que el aburrimiento permite que nuestra mente se relaje, de ese modo se pueden asociar ideas libremente, facilitando así la creatividad.
El aburrimiento puede ser un medio de autoexploración y autoconocimiento. Las tradiciones orientales creen que el aburrimiento es el resultado de la tensión psicológica que surge cuando nos sentimos incómodos con nosotros mismos, y sostienen que muchos de nosotros buscamos compañía para evitar este tipo de introspección, resultándonos esta última frecuentemente bastante molesta. Esta experiencia realmente puede ser liberadora y transformadora. Si conseguimos tolerar el aburrimiento seremos capaces de obtener conocimientos vitales impresionantes sobre nosotros mismos. En palabras de Miguel de Unamuno «Sí, sí, hay un aburrimiento inconsciente. Casi todos los hombres nos aburrimos inconscientemente. El aburrimiento es el fondo de la vida y el aburrimiento es el que ha inventado los juegos, las distracciones, las novelas y el amor. La niebla de la vida rezuma un dulce aburrimiento, licor agridulce».
Quizás uno de los aspectos que resulte más molesto es el que le sucede a muchas parejas que se aburren al estar juntas y procrastinan el tema. No se odian, no se detestan, no existen ni grandes ofensas ni grandes peleas, simplemente se aburren cuando tienen que estar el uno con el otro sin algo que los ocupe y disimule el tedio que existe entre ellos. Pueden transcurrir años, lustros, décadas…Se ha instaurado una rutina cotidiana predecible, en monocolor, con una sensación de estar atrapado en una relación encorsetada. La vida en común carece de experiencias novedosas e interesantes. No querrías pensarlo pero casi te es inevitable que te venga en mente que merecerías una oportunidad sentimental mejor. Te has dado cuenta que compartes más confidencias y te encuentras mejor con algunas amistades que con tu pareja. Los buenos recuerdos empiezan a escasear. Falta espontaneidad y los problemas de comunicación son tantos que sólo planteártelo ya lo descartas. Percibes que la relación te limita y quita posibilidades. No compartes ni metas ni aficiones, cada uno vais por un camino distinto.
Valoras que pasáis mucho tiempo juntos y que todavía te hace sentir más aburrimiento. Hay cosas de tu pareja que te molestan de largo tiempo y que no has osado decirle pero que realmente te carcomen por dentro. Te pesa la sensación y el pensamiento de todo lo que has tenido que renunciar por sostener la pareja. Vuestra intimidad también ha caído en la monotonía y la repetición.
No significa que salir del aburrimiento sea una garantía de bienestar para la pareja. En absoluto. En muchas ocasiones el aburrimiento se ha levantado como un muro de protección de miedos, discusiones, rupturas. Puede ser parte del temor a intentar retornar a una intimidad afectiva que antes existía, y encontrar que ésta no está más, que se fue. Es como si algo que supuestamente siempre estuvo ahí, se descubre que se ha esfumado sin dejar rastro, incluso se puede llegar a experimentar tristeza y compasión por la otra persona. Ahí ya se ha alcanzado el desamor con una sensación similar a la decepción profunda y que supera de largo al hastío, al tedio y al aburrimiento.
De forma muy sucinta hemos expuesto como el aburrimiento puede tener aspectos positivos pero también cómo puede afectar tanto a nivel individual como de relación si se perpetua en el tiempo. No dudes, ni temas solicitar ayuda y apoyo profesional si has calcificado tu estado de aburrimiento.
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